Jueves 28 de Marzo de 2024

ECOLOGIA

1 de septiembre de 2015

Cuando un evento natural se convierte en desastre humano: las inundaciones del río Luján

Las inundaciones de la cuenca del río Luján son noticia otra vez y la tristeza vuelve por las pérdidas humanas y materiales que ellas han provocado.
Las lluvias intensas, el cambio climático y la meteorología no son las únicas CAUSAS de este evento. Tampoco la falta de obras. En todo caso, son disparadores y agravantes
de una emergencia largamente anunciada; de un desastre que no es "tan natural" como parece.

Si seguimos convencidos que el cambio climático está contra nosotros, seguiremos sorprendiéndonos con el agua al cuello, cada vez que llueva un poco por demás de lo que las estadísticas marcan. La naturaleza, no sabe de promedios.
Debemos empezar a ver a las inundaciones como el resultado de la sumatoria de desidia, falta de planificación, desmanejo en el uso de los recursos (el suelo y el agua, entre ellos), carencia de una visión integral, falta de conciencia y percepción de los riesgos e, incluso, corrupción. Y esto aplica para quienes nos gobiernan, fundamentalmente, pero también para nosotros mismos.
La cuenca del río Luján ha experimentado en las dos últimas décadas profundos cambios en toda su extensión. En las zonas donde predomina el monocultivo de la soja (cuenca alta y media), se ha ido reduciendo el contenido de materia orgánica del suelo y produciéndose una compactación que disminuye la infiltración del agua de lluvia.
Además se construyeron un número indeterminado de canales clandestinos para rápidamente evacuar el agua de las precipitaciones hacia los cursos principales. Estas obras fueron llevadas a cabo sin ningún tipo de control por parte de los organismos provinciales y nacionales competentes. Ambos factores, contribuyen a sobrecargar el río
Luján y sus tributarios cuando llueve, pues les llega una mayor cantidad de agua.
En la cuenca media y baja, las llanuras de inundación y los humedales fueron progresivamente ocupados por emprendimientos tales como countries y barrios privados, parques industriales, áreas de logística, etc. generando el estrangulamiento de los cauces principales y la consiguiente dificultad para que el agua fluya correctamente.
La basura arrojada por los vecinos, también forma diques que empeoran la situación.
A esto se suman obras de infraestructura vial que generan estrangulamientos y alteran las condiciones hidrodinámicas
Frente a esta situación desde diversos sectores se “piden obras” para remediar la situación. Ante este discurso, replicado por los medios de comunicación, es importante considerar que la ingeniería puede como mucho aspirar a que un conducto de drenaje, un dique, una canalización o un reservorio cumplan su función, siempre y cuando no se
excedan las condiciones "límites" de diseño. No hay obra que garantice no inundarnos,ni que resuelva de manera definitiva los riesgos producto de haber dilapidado el suelo, de haber obstruido las vías naturales de circulación del agua, de haber urbanizado sin lineamientos ni planificación.
Si confiamos que una obra hidráulica nos protege en todo momento y circunstancia, cada inundación nos dejará el sabor amargo de que las cosas pasan porque alguien no hizo lo que debía hacer. Con ese planteo, seguiremos reproduciendo el desmanejo sobre las cuencas hídricas, para luego reclamar obras que resuelvan el problema.
Hace falta GESTIÓN. Gestión que significa que todos reconozcamos y asumamos los riesgos. Que trabajemos en lo necesario para reducir las vulnerabilidades y que estemos preparados (y seamos conscientes) del margen de riesgo que no puede manejarse.
Gestión para que una eventual situación de emergencia climática, no sea NECESARIAMENTE una tragedia
Esta comisión espera que el Plan Maestro Integral para la Cuenca del Río Luján, incorpore los diagnósticos, miradas y soluciones de los diferentes actores sociales y disciplinas involucrados. En ese sentido, la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas contrató a la Consultora Serman para que realizara el “Estudio Integral y Proyecto de Obras de Regulación y Saneamiento para el Rio Luján”, que en estos días está finalizando. Sin embargo, aún sin tener los resultados finales, sabemos que el estudio ha utilizado registros de lluvia en muchos casos desactualizados y/o
insuficientes, no se contemplan medidas de mitigación y adaptación al Cambio Climático, la visión es fundamentalmente hidráulica, etc. Por otra parte, si bien la Comisión Asesora ha mantenido reuniones con la Consultora y le ha entregado
abundante material técnico, creemos que estas actividades no son suficientes como para satisfacer la necesaria participación comunitaria, que el pliego de licitación del Estudio nombra tácitamente

En vista de la experiencia acumulada, nos oponemos en absoluto a la posibilidad de obras millonarias de tipo estructural (como dragados, rectificaciones o entubamientos) que no dan solución a las inundaciones y generan nuevos problemas. Mientras que en otros países, como Alemania y Holanda, se están reconstruyendo las costas de los ríos
aquí seguimos pensando en estas obras perimidas. Seguimos insistiendo en un Plan Integral de Gestión para la cuenca.
Basándonos en el trabajo interdisciplinario que como Comisión venimos llevando a cabo desde hace más de 3 años, enumeramos a continuación una serie de PROPUESTAS:
1. Detener los proyectos de urbanizaciones y todo tipo de emprendimiento en
humedales y planicies de inundación de la cuenca, excepto aquellos que se adapten y
respeten la integridad de estos ecosistemas, tales como las tradicionales viviendas
palafíticas de los isleños
2. Realizar una Evaluación de Impacto Ambiental estratégica y acumulativa de las
urbanizaciones cerradas (en particular las de tipo polderizadas) e industrias construidas
en la cuenca en las últimas décadas. Esta evaluación deberá analizar si su actual
localización se adecúa aun Nuevo Plan de Gestión Integral y al nuevo ordenamiento
ambiental del territorio que debe aprobarse. Y resolverá qué urbanizaciones deberán ser
relocalizadas y cómo estas se harán responsables de la consecuente recomposición
ambiental.
3. Propiciar prácticas agrícolo-ganaderas sustentables que permitan recuperar la
capacidad de infiltración, absorción y reservorio de agua del suelo (abonos verdes,
cultivos en contorno, zanjas de absorción, rotación de cultivos, etc.). Eliminar los
canales clandestinos
4. Demarcar la "línea de ribera" según lo estipulado por la Ley 12257 (Código de
Aguas)
5. Reforestar con especies nativas las zonas impactadas, sobretodo aquellas
deforestadas por la obra de “limpieza” encarada por DIPSOH
6. Evaluar y desarrollar áreas de almacenamiento transitorio en la cuenca alta.
7. Evitar o acondicionar obras de infraestructura viales/férreas actuales que generen
estrangulamientos en las secciones transversales de los cursos
8. Llevar adelante un Plan Sistemático de limpieza de zanjas y eliminación de
endicamientos formados por ramas y basura. Estas obras podrían estar a cargo de
cooperativas vecinales.
9. Realizar para cualquier propuesta de obra la correspondiente evaluación de impacto
ambiental de acuerdo a la Ley Provincial Nº 11723 (Ley Integral del Medio Ambiente y
los Recursos Naturales). También deberá llevarse a cabo la audiencia pública como
instancia participativa previa a la licitación, con tiempo suficiente para analizar los
pliegos y cuyas decisiones sean vinculantes
10. Desarrollar un Sistema de Alerta temprana para anticipar este tipo de eventos y
adoptar las medidas necesarias para mitigar sus efectos: informar a la población (medios
de comunicación masiva, números telefónicos, gratuitos, etc.), habilitar centros de
evacuación, etc.
11. Desarrollar e implementar de manera consensuada con la sociedad civil un Plan de
Contingencia. Es necesario desarrollar en los grandes centros urbanos modelos que
simulen el comportamiento del escurrimiento en función de posibles escenarios futuros
y, en función de ellos, contar con un Plan de Contingencia.
12. Deben concretarse los controles que prevé la legislación vigente en lo relativo al
vuelco de efluentes industriales en cuerpos de agua. Existen tramos del río Luján donde
la contaminación es notoria y que convierten a las emergencias hídricas en emergencias
sanitarias, pues la población queda expuesta a una amplia variedad de contaminantes.
13. Proteger el patrimonio cultural, paleontológico y arqueológico de la cuenca.
14. Evaluar la posibilidad de crear nuevas áreas protegidas en zonas estratégicas de la
cuenca, que se consideren reservorios de agua, de biodiversidad, y que colaboren en la
conectividad biológica de lo que aún queda por rescatar de fauna y flora.
15. Todas las medidas anteriormente citadas deben estar enmarcadas en el correcto
ordenamiento territorial de la cuenca, que defina la aptitud de uso del suelo de acuerdo a
una mirada holística y transdisciplinaria.
16. Implementar un COMITÉ DE CUENCA, que integre toda la cuenca, desde
Suipacha hasta la desembocadura del Río Luján sobre el Estuario del Río de la Plata y
Delta del Paraná, y que efectivamente planifique, coordine, ejecute y controle un PLAN
DE GESTIÓN INTEGRAL. Este plan debe tener en cuenta no solamente criterios
hidráulicos sino que debe contar con una mirada INTEGRAL de la cuenca,
considerando aspectos ambientales y sociales. Además debe contar con la instancia de
Participación comunitaria, que garantice la consideración de las opiniones de la
ciudadanía en general.
Comisión Asesora del Comité de Cuenca del río Luján
[email protected]
Representantes:
Lic. Adriana Anzolín [email protected]
Ing. Marina Lemos [email protected]
Adhiere Asamblea Delta y Río de la Plata
Martín Nunziata [email protected]

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