En cambio, los Cruzados están cómodos porque totalizan cinco unidades, producto de un buen empate en dos goles frente a Paranaense en Brasil y una victoria como anfitrión por 1-0 ante Flamengo.

El Ciclón le dio forma en el primer período a una producción interesante porque alcanzaron niveles importantes el conductor Néstor Ortigoza y futbolistas desequilibrantes como Ezequiel Cerutti y Fernando Belluschi, además de la peligrosidad del artillero Blandi.

Luego del empate de Buonanotte, después de la confusión momentánea, en el último cuarto de hora el Ciclón mostró algún síntoma leve de recuperación, pero fue insuficiente para volver a quebrar a los chilenos.

Fue un tiempo para cada uno, pero el punto, que es valioso para la Católica, a San Lorenzo lo dejó con la necesidad de ganar prácticamente todo lo que le queda por delante para no tener que despedirse de la Copa en forma prematura.