Junto a él estuvieron el presidente del HCD, Sergio Roses, y el secretario de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, Sergio Agostinelli. Abella aprovechó la visita para saludar y explicar en persona las obras a cada uno de los vecinos presentes en el lugar.

“Campana tiene 1.200 cuadras de tierra, lo que representa un gasto muy importante para el Municipio a raíz de su mantenimiento. Una lucha interminable que queremos concluir porque sabemos que cada calle que asfaltamos representa para cada vecino una mejora en su calidad de vida”, expresó Abella al dialogar con los medios que acompañaron la recorrida.

Allí, el jefe comunal adelantó además que se prevé pavimentar otras 60 cuadras de los barrios aledaños que pertenecen a distintos planes sociales de vivienda y que junto a su Gabinete planifican otras obras para el 2017. 

Agostinelli, en tanto, destacó las gestiones llevadas adelante por la Municipalidad ante Nación que permitieron continuar esta obra que fue abandonada por la gestión anterior en noviembre dejando todo el movimiento de suelo y un problema a los vecinos.

El secretario explicó que tras la pavimentación de la calle Puerto Argentino – que se extiende desde Negrete hasta Vigalondo- se planea realizar obras similares en las calles transversales que también serán financiadas por Nación y están prontas a firmar. 

Luego fue el turno de los vecinos. “Gracias Sebastián. Hoy vemos que se hace realidad un sueño que teníamos desde hace muchos años y por el que hemos reclamado y luchado mucho. Pasamos días enteros recolectando firmas para que la Municipalidad nos dé una respuesta y vos en unos meses cumpliste. Sabemos que en 8 meses no podes resolver todo pero estamos contentos por el trabajo que venís realizando”, expresaron emocionados Beatriz y Manuel al saludar al jefe comunal.

Mientras que Silvia y Daniel, que viven en el barrio desde 1999, se mostraron contentos porque el pavimento revalorizará su vivienda y le agradecieron al Intendente también por las mejoras en cuanto a la iluminación; y Salvador, que fue de los primeros habitantes del barrio, dijo convencido -e ilusionado- que el asfalto les mejorará la calidad de vida.