Si bien los funcionarios aún no dieron detalles del próximo cuadro tarifario, en las audiencias llevadas a cabo en diciembre, Alejandro Sruoga -secretario de Energía Eléctrica- anticipó algo: el incremento de la tarifa de luz reflejará un promedio de 130 pesos mensuales, pero contempla picos de hasta 430 pesos para el caso de los usuarios con consumos superiores a los 600 kw/hora.

Lo que sí está confirmado es que se mantendrán las categorías que hasta el momento rigen, y no se reducirán a “tres o cuatro”, como querían las compañías distribuidoras.

Según Sruoga, el 40% de los usuarios del área metropolitana, que consumen entre 150 y 300 kw/hora, tendrían subas de $110, mientras que los hogares de menor demanda recibirían una boleta 30 pesos más cara.

En aquel entonces, el Ministerio de Energía realizó audiencias públicas para conocer la opinión de las empresas generadoras, distribuidoras, especialistas y usuarios de la energía sobre cuál debería ser el nuevo cuadro tarifario para el área metropolitana, luego de una década en que las tarifas estuvieron congeladas.

A partir de los dichos de todos y cada uno de ellos, adoptó el nuevo cuadro tarifario que se conocerá la semana próxima. Aún resta saber si el anuncio estará a cargo del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE); del ministerio de Energía, encabezado por Juan José Aranguren, o de ambos.

Las distribuidoras de energía eléctrica solicitaron en las audiencias públicas que les avalen incrementos del 30% en promedio, con grandes diferencias entre cada extremo.

Edenor pidió subas del 31% para comercios chicos, 53% para establecimientos medianos y 109% para los grandes. Edesur, en tanto, propuso aumentos de entre 18% y 53%, según el tipo de clientes. Ambas se comprometieron a hacer inversiones por unos 40.000 millones de pesos en los próximos cinco años.