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14 de julio de 2017

Rabia: que no nos sorprenda mirando para otro lado

En lo que va del año se detectaron murciélagos muertos con diagnóstico de rabia (virus rábico variante 4). El Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires reflexiona sobre la realidad epidemiológica de este virus mortal para animales y humanos.


Según la Organización Mundial Sanidad Animal (OIE) la rabia es una de las zoonosis más mortíferas en el mundo: causa la muerte de alrededor de 70.000 personas por año, en su mayoría niños, en los países con población más vulnerable. Más del 95% de los casos de rabia en el hombre se deben a mordeduras de perros infectados.

Hasta el 75% de las enfermedades que afectan a los humanos tienen un origen zoonótico, es decir se transmiten de manera natural entre animales y personas.
Actualmente hay más de 200 zoonosis identificadas que representan una clara amenaza para nuestra salud, para el bienestar de los animales y ocasiona pérdidas en la producción con su implicancia económica.

Se trata de una enfermedad viral que afecta el sistema nervioso central de los mamíferos. El virus está presente sobre todo en la saliva y el cerebro de los animales infectados. Se transmite a través de la saliva de un animal enfermo, en la mayoría de los casos, la de un perro. El periodo de incubación es variable, y fluctúa de varios días a algunos meses. Cuando aparecen los síntomas, la enfermedad es mortal, tanto en los animales como en el hombre.

Según el informe del estatus de Rabia, realizado por Zoonosis Urbana, dependiente de la Dirección de Epidemiologia del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en lo que va de este año se detectaron focos de rabia paresiante (producidos por la mordedura de murciélagos hematófagos, que afecta principalmente a bovinos y a equinos – y en menor media a animales domésticos y al hombre): los focos se denunciaron en las provincias de Salta, Jujuy, Formosa, Chaco, Córdoba

También se detectaron casos positivos de murciélagos  insectívoros, trasmisores de la variante 4 del virus: cinco casos en la Provincia de Buenos Aires (en los partidos de Pergamino, Florentino Ameghino, Vicente López, La Plata y Luján), cuatro en la Ciudad de Buenos Aires, cinco en la Provincia de Santa Fe y dos en La Pampa. Por año se registran entre 10 y 15 casos de rabia en murciélagos, y algunos transmitieron el virus a perros y gatos que no estaban vacunados a través de mordeduras.
 
En la Provincia de Buenos Aires, la enfermedad se encuentra controlada pero no erradicada. La falta de vigilancia epidemiológica efectiva dificulta la posibilidad de saber con seguridad si el virus de la rabia circula. Todos los otros tipos virales pueden estar activos y constituyen un riesgo alto para animales y para los seres humanos.

Actualización, información y acciones conjuntas
Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires, se insta a los profesionales veterinarios a comprometerse en apoyar las tareas para que la rabia continúe siendo una enfermedad visible, hacer desaparecer su actual nivel de riesgo e impulsar fuertemente las acciones conjuntas para la efectiva vigilancia epidemiológica a nivel Nacional.

Es necesario fortalecer la cobertura de vacunación antirrábica en caninos y felinos en las zonas más vulnerables.

Para evidenciar, controlar y realizar una adecuada vigilancia epidemiológica proponemos que todos los Municipios dispongan de un Centro de Zoonosis multidisciplinario que actúe como alerta temprano del sistema sanitario local y así implementar los protocolos ya establecidos para cada enfermedad zoonótica en particular.

No podemos dejar de señalar que cualquier acción sanitaria eficiente en el tiempo, basa su accionar en la prevención.

En la actualidad los centros de zoonosis ocupan el 80% de su labor profesional en la labor de esterilización quirúrgica canina y felina, desatendiendo el rol que le cabe como centro de zoonosis, que se ve reflejado en un significativo incremento en la vacunación antirrábica en humanos que han sido mordidos o arañados por un canino o felino, según datos de zoonosis urbanas.

Este hecho debería llamar a la reflexión a las actuales autoridades.

 

Recomendaciones para evitar casos de rabia
La presencia de un murciélago durante el día, con vuelo dificultoso o arrastrándose en el suelo debe ser tomado como un caso posible de rabia. El murciélago infectado se arrastra, lo que permite que perros y gatos intenten cazarlos y puedan recibir una mordedura.

En caso de que se encuentre un murciélago en el piso o en algún taparrollo, se aconseja no tocarlo. Si es posible, taparlo con un balde; evitar el contacto con los animales del hogar y llamar al centro de Zoonosis Municipal para que sea un profesional quien lo saque del lugar y pueda ser analizado.

Vacunar a perros y gatos contra la rabia una vez al año a partir de los tres meses de edad elimina el riesgo de transmisión de la rabia a las personas.

Ante una mordedura de cualquier tipo de animal consultar a su veterinario de confianza, al centro de Zoonosis, Centro Antirrábico u hospital más cercano.

 

 

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