Jueves 28 de Marzo de 2024

CULTURA

13 de noviembre de 2014

Articulación con el Teatro Nacional Cervantes: Avanzan los preparativos para presentación de “La Reina de Castelar”

Marta Heller y Leo Saggese interpretan a los personajes de este espectáculo, que tiene iluminación de Matías Sendón, y vestuario y utilería de Mariana Tirantte, y se presentará en el Teatro Municipal “Pedro Barbero”, los días sábado 15 y domingo 16, desde las 20 horas, con entradas gratuitas pero que se deben retirar anticipadamente en el Edificio “6 de Julio”.


La Municipalidad de Campana, por intermedio de su Secretaría de Cultura y Educación, y de manera articulada con el Teatro Nacional Cervantes, avanza con los preparativos para la presentación en nuestra ciudad de la obra “La Reina de Castelar”, de Román Podolsky quien también la dirige.

Marta Heller y Leo Saggese interpretan a los personajes de este espectáculo, que tiene iluminación de Matías Sendón, y vestuario y utilería de Mariana Tirantte, y se presentará en el Teatro Municipal “Pedro Barbero”, los días sábado 15 y domingo 16, desde las 20 horas, con entradas gratuitas pero que se deben retirar anticipadamente en el Edificio “6 de Julio”.

“La Reina de Castelar” es la adaptación de la novela “La señora Cornelia”, de Miguel de Cervantes. La obra se estrenó en 2013 en el Teatro Nacional Cervantes en la modalidad de teatro semimontado y en el marco del ciclo “Teatros ejemplares” que el Cervantes conjuntamente con el Centro Cultural de España en Buenos Aires organizaron como homenaje al Cuarto centenario de la publicación de "Novelas ejemplares de honestísimo entretenimiento" del autor español.

Dos personajes llevan adelante la acción de “La Reina de Castelar”. Un hijo le hace preguntas a su madre en una entrevista previamente acordada. En ese ir y venir de las palabras descubre que no espera encontrarse algo ignorado. El hijo advierte que ni siquiera le importa el contenido mismo de las respuestas. Y que tal vez le sobran hasta las propias preguntas. Sin embargo, la entrevista no se detiene ni ante la evidencia de su inutilidad radical. ¿Qué quiere entonces un hijo que no cesa de hacer preguntas? ¿Y qué quiere una madre, que no se cansa de responder?