Durante el mediodía de este lunes en el Faro de Punta Mogotes se presentó oficialmente la restauración exterior de tan emblemático ícono de la ciudad, llevada adelante de manera conjunta entre la Municipalidad de General Pueyrredon a través del Ente Municipal de Turismo (EMTur), la firma de Pinturerías Polacrín y el Servicio de Hidrografía Naval (SHN).

Estuvieron presentes en tan importante acto el Intendente Municipal, Carlos Fernando Arroyo; la Presidente del EMTur, Gabriela Magnoler; el Vicepresidente del EMTur, Jorge Zanier; el Jefe del Departamento de Balizamiento del SHN, Capitán de Fragata Hernán Niño Seeber; el representante de Pinturerías Polacrín, Cristian Pugliese; el Director de Coordinación Turística de la Provincia de Buenos Aires, Juan Best; la Secretaria de Desarrollo Social del Municipio, Patricia Leniz; autoridades de la Dirección Nacional de Sitios de la Memoria dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; representantes del Hogar Municipal de Ancianos; la Guardia Nacional del Mar e invitados especiales.

El Intendente Municipal, Carlos Fernando Arroyo, señaló que “es motivo de satisfacción y orgullo haber podido participar en todo un proceso que, gracias a la conjunción de lo público y lo privado, nos lleva hoy a esta realidad hermosa de haber recuperado un monumento histórico, no solo para la ciudad sino también para la Provincia de Buenos Aires y para toda la República Argentina”.

“Quiero agradecer a Polacrin porque gracias a su ayuda desde el ámbito privado pudimos hacer esta obra, cuya trascendencia para Mar del Plata es fundamental. El Faro de Punta Mogotes es histórico y todos tenemos la obligación moral y ética de mantener de la mejor manera posible todos aquellos elementos de la ciudad que forman parte de un patrimonio que heredamos de nuestros antepasados, y éste es un lugar emblemático de General Pueyrredon”, continuó Arroyo.

El Intendente Municipal concluyó que “hoy llevamos a cabo un acto muy significativo. Estamos agradeciendo a quienes hicieron lo necesario para que General Pueyrredon sea lo que es hoy en día, a una empresa particular del sector privado que colaboró con la restauración exterior, y a las Fuerzas Armadas que supieron mantenerlo en los mejores y en los peores momentos”.

Gabriela Magnoler, Presidente del EMTur, explicó que “realmente este proyecto surgió uniendo las fuerzas del Capitán Hernán Seeber a cargo del Faro, quien nos planteó la necesidad de restaurarlo y a partir de allí tuvimos la suerte de cruzar en nuestro camino a Cristian Pugliese, de la firma Polacrín, que logró poner en valor el exterior de tan importante ícono marplatense”.

“Hoy estamos disfrutando de un momento muy importante, frente a una postal fundamental de nuestra ciudad turística. Quiero agradecer a cada uno de los que participaron en este proyecto y espero que todos puedan visitar más seguido este lugar tan representativo de Mar del Plata en el mundo”, finalizó la titular de Turismo.

Por su parte el Capitán de Fragata Hernán Niño Seeber, Jefe del Departamento de Balizamiento del SHN, habló en representación del Director del SHN, Comodoro de Marina Valentín Sanz Rodríguez, y quiso “felicitar con un ¡Bravo-Zulu! (que significa ¡bien hecho! y era la señal que utilizaba el Almirante Brown) a todo el grupo de trabajo que permitió poner en valor al Faro de Punta Mogotes. También quiero agradecer al mentor e ideólogo de esta hermosa travesía, el Intendente Carlos Fernando Arroyo, y a la partícipe necesaria que supo interpretar esta idea poniendo en práctica un temple superlativo que es la Presidente del EMTur, Gabriela Magnoler”.

Finalmente Cristian Pugliese, Representante de Pinturas Polacrín, aclaró que “estoy muy feliz porque hace ya un tiempo que teníamos la intención de pintar el Faro de Punta Mogotes, y que nos hayan convocado para hacerlo es realmente un orgullo. Este ícono distingue a Mar del Plata, y yo me siento un marplatense más”.

Acerca del Faro de Punta Mogotes
Inaugurado en 1891 (127 años) en tierras donadas por Jacinto Peralta Ramos, fue fabricado en Francia por los arquitectos Barbier, Bernard y Turenne. Su lámpara original giraba sistemas ópticos con un mecanismo de relojería que pesaba 120 kilos, tenía cinco mechas que quemaban gas de querosén y emitían luz cada 10 segundos.

Ya en 1928 llegó la última novedad en iluminación: lámparas suecas alimentadas a gas acetileno, que tenían un alcance óptico de 33,8 millas náuticas. En 1938 se instaló el radiofaro, que emitía una señal de dos minutos de duración, muy útil para la navegación cuando hay niebla, y en 1975 se instalaron los equipos de iluminación eléctricos actuales.

Hoy el faro, de 5 franjas blancas y rojas, fue declarado de Interés Patrimonial por la Ordenanza Municipal 10075. Tiene una altura de 35 metros y su luz se observa desde 45/50 kilómetros. Posee una escalera de 154 escalones y su ubicación exacta es en latitud 38º 05′ 30″.3 s y longitud 57º 32′ 41″.4 w.