Jueves 28 de Marzo de 2024

COMUNIDAD

2 de junio de 2014

El Voluntariado de Tenaris transformó la Escuela N°7 de Campana

En dos días de intensa labor, el establecimiento fue prácticamente hecho a nuevo. Empleados de la compañía, docentes y padres de alumnos trabajaron en conjunto, obteniendo como resultado instalaciones más lindas, confortables y seguras para todos los chicos.

El último fin de semana Tenaris llevó adelante su segundo programa de Voluntariado, esta vez en la Escuela N°7 “John F. Kennedy”, uno de los establecimientos educativos más tradicionales de Campana. En los dos días que duró, una marea de voluntarios, vestidos con la distintiva remera azul, colmó de energía, esfuerzo y solidaridad las aulas y pasillos de la escuela, cuyas instalaciones quedaron como nuevas.

Desde el sábado bien temprano por la mañana, los voluntarios pusieron sus brazos y cabezas a trabajar, siempre con la misma coordinación e ímpetu por el trabajo en equipo con el que realizan diariamente su labor en la empresa. También contaron con la ayuda de docentes, padres y vecinos de la Escuela N°7, quienes fueron convocados a trabajar en conjunto para que el establecimiento se vea tal cual lo hace hoy.

“Fue una experiencia muy exitosa, vino mucha más gente que la vez anterior. El hecho de haber extendido la convocatoria puertas afuera de la empresa condujo a una enorme participación de toda la comunidad. Llegamos a 300 voluntarios, todo un récord para nosotros. Y por supuesto, es destacable el desempeño de nuestro personal. Esfuerzos como estos hacen la diferencia, y esperamos que contribuyan a una mejor educación”, dijo Javier Martínez Álvarez, Director General de Tenaris Argentina.

“Hicimos un análisis entre varias instituciones educativas, observando dónde estaban las necesidades, y también evaluando la gestión que en ellas hacen los docentes, lo que asegure en algún punto que la inversión y el esfuerzo volcado este fin de semana sea valorado y cuidado. Por eso identificamos a la Escuela N°7 como una de las candidatas y finalmente resultó la escogida”, contó Luis Grieco, gerente de Desarrollo Social de Tenaris.

Previo al desembarco de los voluntarios, personal de Tenaris y de empresas proveedoras habían arrancado con los trabajos más desafiantes, en especial el tratamiento de la estructura del techo.

La totalidad de las obras demandó:

• 740 litros de látex interior/exterior y 700 litros de esmalte sintético.
• Más de 700 rodillos y pinceles.
• 50 equipos plafones de alumbrado interno.
• 150 tubos fluorescentes.
• 15 ventiladores.
• 8 artefactos de iluminación de alta potencia.
• 2 farolas de alumbrado público LED, además de apliques y conectores varios.

También se donó mobiliario nuevo, constituido por armarios, mesas y sillas para las aulas.

El testimonio de padres voluntarios

Tomando un descanso del pincel, Miriam Ramírez relató porqué se sumó a la movida: “Mi familia está vinculada a la escuela. Tengo una hija que ya se egresó pero continúa sus estudios en la Escuela de Arte, y a mi hijo alumno de la Primaria. Los chicos van a recibir muy bien el trabajo de la empresa, y los demás padres van a quedar sorprendidos. Espero que esto contribuya a que nos acerquemos más a la escuela”.

Por su parte, Sergio Vázquez reveló los múltiples motivos que lo llevaron a participar del Voluntariado 2014: “El primero es que mi hijo viene a esta escuela, más precisamente en este salón en donde estoy pintando ahora. El segundo es que soy miembro de cooperadora. Tercero, mi señora es la directora del establecimiento. Y cuarto, soy empelado de la empresa y por más que esta fue mi primera vez, sabía que el Voluntariado es algo muy hermoso”.

A los padres, vecinos y miembros de cooperadora les sumaron autoridades educativas, y personal docente y no docente de la escuela, como el quiosquero, que decidió pintar su local con los colores de Tenaris, tanto en forma de agradecimiento como en homenaje a su padre, antiguo empleado de la compañía de tubos sin costura.

Sorpresa antes de entrar a clase

El lunes, pasada las 13 horas, los chicos de primaria conocieron su escuela “nueva”. Con asombro y mucha alegría, fueron redescubriendo cada rincón de las aulas y el patio, espacio que ahora cuenta con un viejo aljibe lleno de flores y un divertido mural a todo color.

Visiblemente emocionada, la directora de la Escuela N°7, Andrea Azorín, expresó: “Tras estos dos días en el que compartimos la misión de mejorar nuestra escuela, encontramos hoy un lugar completamente distinto. Les dije a los chicos ´vamos a una escuela nueva´, con lo que eso significa para ellos. La labor educativa que llevamos acá es muy importante, son muchos alumnos en varios turnos, así que los resultados de este Voluntariado van a tener un impacto enorme. Ahora, a cuidar lo que se logró”.

En el establecimiento de Estrada y Paso funcionan, además de la EPB N°7, la ESB N°8 y la Escuela de Arte. Entre las tres instituciones reúnen más de 1.500 alumnos, que a partir de este fin de semana cuentan con instalaciones más modernas y seguras, gracias al gran trabajo llevado a cabo por los voluntarios.