El miércoles en horas de la tarde, en un colmado Salón “Ezio Mollo” del Palacio Municipal, la Sociedad Israelita Campanense desarrolló la “Charla sobre el Pesaj” - La Libertad es una Fiesta.

El evento, en la continuidad de las actividades de la “Semana de la Fe”, se encuentra inserto en la Agenda Cultural del Mes de Abril, en el marco del “Viviendo el 130 Aniversario de la Fundación de Campana”.

Se encontraban presentes, junto a muchos vecinos que decidieron acompañar la iniciativa, Funcionarios del Ejecutivo Municipal como el Arq. Claudio Rodríguez (Gabinete), Adriana Barbero (Comunicación Institucional y Relaciones con la Comunidad), Andrea García (Desarrollo Humano), Arq. Néstor Lisi (Planeamiento, Obras y Servicios Públicos), Fabio Lambertucci (Prevención Ciudadana) y Nancy Merino (Privada), y demás Autoridades Comunales.

También el Pastor Juan Carlos Chevrian, del Consejo Pastoral Evangélico, y el Vicario de la Diócesis Zárate Campana, Monseñor Ariel Pérez.

La actividad, que incluyó la proyección de un video donde se presentaba la Comunidad Judía y el Cruce del mar Rojo, fue encabezada por Saúl Tebovich y Doris Bustaber.

La festividad de Pésaj se origina en el gran acontecimiento del Éxodo de Egipto. Los Hijos de Israel salen de la servidumbre a la libertad, y la profusión de leyes que rigen la celebración, tiene por objeto rememorar ese hecho.

Doris explicó a los presentes diversas situaciones que hacen a la celebración. Como por ejemplo: la fiesta es el reencuentro de la familia, y por ello el padre de la familia es el que organiza y dirige el momento; los utensilios que se usan para el pesaj son exclusivamente para esa comida y fecha, y que todo lo bueno y todo lo malo tiene un principio y un fin.

Además, señaló que se deben beber 4 copas de vino, los menores agua, que las mujeres pueden prender solo 2 velas, y las menores una. Se trata de una festividad que los mayores transmiten a los menores.

Durante la festividad está prohibida la ingestión de alimentos derivados de cereales (trigo, cebada, centeno, avena y espelta) fermentados, llamados en hebreo Jametz, y que en su lugar se acostumbra comer Matzá ó pan ácimo.

“Se trata de un llamado de esperanza eterna una convocatoria donde la libertad es posible, y su búsqueda dignifica a los pueblos”, señaló.

A su turno, Tebovich recordó también que “Campana tiene una tora de 120 años aproximadamente, y que los primeros judíos que llegaron a la Argentina lo hicieron en 1883, y que muchos pasaron por nuestra zona ya que decidieron instalarse en la región mesopotámica”.

Para finalizar, todos de pie, compartieron la Oración Litúrgica donde se pidió “por el bienestar de la ciudad para que siempre tenga paz, felicidad y libertad”.