"Preocupa la escalada de la confrontación, violencia verbal, porque aleja toda posibilidad de solución", advirtió el presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, monseñor Eduardo Martín, al ser consultado sobre la disputa salarial.

Lejos de atribuir el conflicto a la "intencionalidad política de dañar al gobierno" que esgrimen desde Cambiemos, pero también distanciados del "vergonzoso y coimero" calificativo que desde los gremios adosan a la oferta de las distintas administraciones provinciales, monseñor Martín consideró que las autoridades políticas deben hacer un esfuerzo máximo para "dar lo que más se pueda" y los gremios docentes "ceder un poco" en sus reclamos, para destrabar las negociaciones y que los escolares puedan volver a las aulas.

En este contexto de conflictividad, tampoco pasó inadvertida la intención elegida para marzo por la Conferencia Episcopal Argentina y publicada en las redes sociales: "Para que quienes están involucrados en la educación de los argentinos formen en valores y desarrollen en cada uno las virtudes cívicas que conforman una red de compromisos estables".

De esta manera, y con un escenario en el que ambas partes de la negociación salarial se muestran inflexibles, el obispo reforzó el llamado al diálogo y la conciliación de un conflicto que interrumpe la enseñanza. Según trascendió, el mismísimo papa Francisco habría dejado un mensaje similar en la reunión que mantuvo a finales de febrero con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.

Pese a todo, las declaraciones que surgieron en las últimas horas marcan que el clima, por ahora al menos, lejos está de cambiar.