El canciller argentino, Jorge Faurie, pidió que "vuelva a ser adoptada una Declaración sobre la cuestión Malvinas, a fin de encontrar una solución pacífica y duradera a la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes".

Fourie agradeció el apoyo de la OEA para reiterar este llamado a Gran Bretaña a reanudar las negociaciones con la Argentina, y destacó la importancia de esta declaración, a la que calificó como un llamado hemisférico. También ponderó el compromiso argentino de mejorar las relaciones con el Reino Unido de Gran Bretaña, para facilitar esta negociación, así como también el respeto de Argentina por los intereses de los malvinenses, incluido en la Constitución Nacional.

El llamado a negociaciones por el archipiélago del Atlántico Sur también está incluido en la Resolución 2.065 de la Organización de Naciones Unidas, del 16 de diciembre de 1965, que reconoció la existencia de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, e invitó a ambos países a negociar para encontrar una solución pacífica a la controversia.

Después de la guerra de 1982 y más cercanas en el tiempo, hubo reiteradas exhortaciones del Comité de Descolonización de Naciones Unidas a Londres para negociar la soberanía de las Islas. La respuesta, hasta ahora, siempre fue el silencio.