Jueves 28 de Marzo de 2024

CUARENTENA

14 de agosto de 2020

Discurso de Axel Kicillof en el anuncio de la nueva etapa de aislamiento y distanciamiento social, preventivo y obligatorio

Buenas tardes.

Hoy nos toca tomar esta decisión en un momento excepcional. Esta fue una semana que en términos de la pandemia cambió todo. El lunes se conoció la aprobación de una vacuna en Rusia. El miércoles, tal vez podríamos decir más prometedor aún, el Presidente anunció que una de las vacunas que están en investigación y en estudio, se va a producir en Argentina y va a llegar ni bien esté disponible a los argentinos y las argentinas.

La verdad es un cambio absoluto. A mí me cambió la vida. ¿Por qué? Porque tal vez algunos no se dieron cuenta lo extraordinario que es, pero hay muchísimas enfermedades, menciono algunas VIH, toxoplasmosis, chagas, Hepatitis C que existen hace muchísimo y todavía hoy no encontraron una vacuna.

Cuando vemos que el coronavirus puso el mundo patas para arriba, causó crisis sanitarias, crisis económicas en todo el planeta. Cuando vemos que los países más ricos y desarrollados vieron cómo se desbordaba el sistema sanitario, cuando colapsó por todos lados y el virus no afloja, lo que decíamos  'bueno que la esperanza que tenemos es que la ciencia le gane al coronavirus'.

Cambia todo porque hasta esta semana sabíamos de las investigaciones pero ninguna estaba en un grado de avance como las que hoy tenemos. Alguna se va a producir en el país. ¿Por qué cambia todo? Porque una cosa es pensar que esto iba a ser eterno, que íbamos  vivir con el barbijo, con el alcohol en gel durante años y otra es saber casi con certeza que en unos meses vamos a poder vacunarnos y esto se va a terminar.

Es importantísimo porque al saber que esto tiene fecha de vencimiento, los esfuerzos que uno hace, los sacrificios que hacemos, se justifican muchísimo más y los podemos hacer. Es muy distinto si uno piensa que el virus es eterno. No la cuarentena eterna, el virus parecía eterno.

Ahora ya sabemos cuál es el punto de llegada, encontramos el hilo para salir del laberinto. Alberto lo dijo muy bien, es un alivio a futuro, lo tenemos ahí, nos organiza, nos permite planificar, pensar que vamos a estar inmunes, pero mientras tanto, es un alivio a futuro y no para el presente, dijo Alberto.

¿Por qué no para el presente? Porque hasta que no tengamos la vacuna, que ahora sabemos que está pero que todavía no se ha producido ni distribuído, la única forma de cuidarse es una muy antigua, casi muy primitiva, sabemos que este virus se contagia entre personas, entonces es prácticamente físico, mecánico, no podemos estar juntas las personas, no podemos estar tan cerca, no podemos hacer lo que hacíamos antes. Y no es una opinión. Es el único remedio que tenemos hoy para no contagiarnos, además está probado que cuanto más distanciamiento, menos contagio, cuanto más reuniones sociales, al revés, crecen los contagios y eso genera más enfermedad y va saturando los hospitales.

Hoy sabemos cómo salir, cuándo más o menos vamos a salir, pero nos acecha como en la mitología el Minotauro para salir del laberinto. No podemos relajarnos. Es una irresponsabilidad completa, más hoy que sabemos que no es eterno. En este tiempo, tenemos que estar más atentos que nunca, hicimos un montón de esfuerzo,  sabemos dónde está el final, no podemos tirarlo a la basura. Hay que hacer todos los esfuerzos que haya que hacer. No podemos tener descuidos, no podemos dar pasos en falso. 

Pero hoy la enfermedad ha alcanzado en estas semanas 300 mil contagios en el mundo por día. Está llegando a récords, ya hay 20 millones de contagios, 750 mil muertos en el planeta. Está, cuando se toma el planeta en su conjunto, en su peor momento. En muchos lugares que la veían superada, volvió, reapareció. En España, Estado Unidos, Bélgica, India, China, Australia, China.  Volvió. 

Acá en Argentina estamos viendo que se inició en el AMBA, en la Ciudad, después se empezó a expandir al primer cordón, segundo y ahora lo tenemos por todo el país. No terminó, sabemos cuándo va a terminar, y eso es lo que cambia todo porque los esfuerzos que hacemos tienen plazo.

En la Provincia, lo que ocurre es que tenemos el Gran Buenos Aires muy comprometido, particularmente 35 municipios donde hay mucha circulación. Tenemos 100 municipios del interior de la provincia donde la circulación es menor o en algunos lugares el virus nunca apareció y en otros se ha controlado. Cada foco que apareció se controló con muchísimo esfuerzo, en todos los municipios de cada uno de los intendentes, de sus equipos de salud, en combinación con la Provincia y en combinación con la Nación.

Pero de nuevo, de la misma manera, en lugares donde no estaba, volvió a aparecer. No nos podemos descuidar, el mensaje es ese.

En el AMBA, que es el GBA y la Ciudad, venimos diciendo hace tiempo, es una zona económica, social, única y también sanitaria. Veo que muchos se divierten contando cuántas camas quedan de un lado y del otro. Les parece que es una competencia, no lo es. Muchísimos bonaerenses, muchísimos que tienen prepaga se atienden en la Ciudad de Buenos Aires, pero además la mitad de los trabajadores de la Ciudad viven en el GBA. Se atienden en la Ciudad porque es ahí donde van al hospital, salen del trabajo, están absolutamente integradas el GBA con la Ciudad.

Hoy vemos esa situación que Alberto mostraba. Hoy en la Ciudad 1 de cada 40 porteños dio positivo en el test. En el primer cordón, 1 cada 70, en el segundo  1 cada 85 y en el tercer cordón, 1 cada 130. Y en el interior de la Provincia hay un contagiado cada 550. Es así.  Vos dijiste Alberto como una mancha de aceite, es así, es la dinámica del virus, no es un tema de la política, es un tema de la epidemiología.

Esto ha llevado, este crecimiento ha llevado, a la tasa de ocupación que acabamos de mencionar. En la Ciudad 75%; en GBA 64%. Estas son tasas muy altas de ocupación del sistema hospitalario. Estoy hablando de las unidades de terapia intensiva.

Así no se puede flexibilizar nada porque hay un riesgo muy grande, hoy sabemos que es por un tiempo. Hay otras enfermedades que nunca consiguieron la vacuna. Se ha hecho un esfuerzo del sistema científico tecnológico de los Estados, lo que han invertido, como han hecho los Estados acá en invertir en ciencia, las vacunas, la gran mayoría, tiene aporte estatal.

Pero el sistema de salud hoy no está colapsado, pura y simplemente, porque tuvimos este tiempo que nos dio el aislamiento social, el distanciamiento social, sino estaría estallado. No lo digo en el aire, no lo digo para escandalizar, hoy estaríamos desbordados. ¿Por qué? Porque al principio de la pandemia, cuando yo asumí, había en la Provincia 883 camas de terapia intensiva en el sistema público, 883 camas en el sistema público. ¿Saben cuántas hay ocupadas hoy?  Hoy hay ocupadas 1173. Estaría colapsado, habría gente sin camas. 

¿Pero qué pasó? Más que duplicamos las camas de terapia intensiva para adultos públicas en la Provincia,  pasamos de 883 a 1982 camas. Eso nos dio el margen y lo tuvimos porque hubo tiempo. Eso está pasando en alguna provincia y tal vez no se esperaba que fuera tan rápido.

Esto no ha pasado solo aquí, ha pasado en los países más ricos y poderosos del mundo, los más desarrollados. Es terrible. Muchos dicen "se te ve enojado", estoy preocupado, lógicamente, es terrible. Cuando pasa eso, hay alguien que llama a una ambulancia porque está con coronavirus, o va a un hospital y hay que internarlo pero no hay cama, no hay respirador, no hay médico. Son las imágenes espantosas que vimos de gente en los pasillos, condiciones precarias. Eso genera un incremento explosivo de los fallecimientos. 

Aquel que puede acceder a una cama de terapia intensiva, recibe los cuidados que necesita, de muchísima gravedad pero los puede recibir. El que no tiene esa cama, no va a tener esa posibilidad. Y eso es lo que estamos haciendo, a eso nos estamos dedicando, a ampliar el sistema y a controlar el nivel de contagio para que esto no pase y que se contagien lo menos posible también, no que no ocupen las camas solamente, que haya la menor cantidad de contagios.

Estuve a la mañana, antes de venir acá, visité el Hospital Rossi en La Plata. Ahí hicimos una obra muy importante, la terminamos, una guardia que se había iniciado y había quedado sin concluir, como hemos estado visitando muchísimas obras en toda la Provincia vinculadas al sistema de salud. Fui, me encontré con la directora y directivos del hospital. Accedí a ir a visitar el sector de guardia, donde ingresan los febriles que hay que hisopar. Me vestí de astronauta, doble barbijo, un camisolín, unas botas arriba de las botas, una cofia, es imposible, parece imposible hablar, desenvolverse, se te empañan los anteojos, es muy difícil. Así están trabajando los profesionales de la salud en todos los hospitales de la Provincia, en todos los hospitales de la Argentina, cuando tienen contacto con el virus.

Pasan cosas que yo no las sabía, las vi ahí porque hablé con los enfermeros, con los médicos de guardia, cada vez que hay que hisopar a alguien, hay que ponerse todo ese equipamiento y termina y hay que sacárselo para atender a otro paciente porque sino el propio equipo lo va a contagiar. Eso es solo la tarea de hisopado. 45 o 50  hisopados y cambios de vestimenta, empezás a transpirar, se te irritan los ojos, no por estar infectado, por estar trabajando en esas condiciones. Me llama muchísimo la atención. Un esfuerzo enorme del sistema de salud, de los trabajadores y trabajadoras, de los de limpieza que cada vez que se va alguien a desinfectar, a pasar el trapo. 

Es extraño. Parece que nos quieren llevar a que esta Argentina se divida en dos mundos. Uno el que estoy contando, de esfuerzo, de angustia, incansables los profesionales de la salud, luchando con la vida y la muerte, porque es así. Pero por un lado, tenemos los hospitales abarrotados. Por otro lado, comunicadores, algunos sectores políticos que dicen que la pandemia no existe. Hospitales abarrotados, con pocas camas de terapia intensiva con la angustia que eso significa para ellos y lo que le pasa a las familias de aquel que contrae coronavirus, no los pueden ver más, a veces fallecen sin despedirse. Y no son solo personas mayores. En la Ciudad,  el otro día el caso de una médica de 51 años, hay que evitarlo. Podemos evitarlo. Pero no nos pueden hacer vivir en dos mundos. Es una sola Argentina que hoy está enfrentando la pandemia, la única realidad es que en la Argentina tenemos ya 5362 muertos por coronavirus. Y a veces pareciera que a algunos les da lo mismo, pareciera que quieren que sean muchos más para darse cuenta o para tomar conciencia. No necesitamos que estén todo el tiempo atacando, negando la pandemia, las medidas, cuestionando todo. No necesitamos. Tienen el derecho a hacerlo, pero lo pido muy sinceramente, se hace difícil cuidar la salud, se hace difícil  con un coro permanente de los que conspiran contra todas las medidas, los que niegan, los que atacan,  no es este el momento de buscar votos, no es el momento de cavar la grieta todos los días. No lo estamos haciendo nosotros en esta mesa. Párenla. 

Es la verdad y si no me creen, vayan a cualquier hospital de la Ciudad, de la Provincia, vean el esfuerzo enorme que está haciendo esta sociedad para luchar contra el coronavirus. Entiendo también y comprendo, porque uno vive y tiene su familia, tiene que pasar por esta situación más todas las responsabilidades, ahora lo que digo, algunos hablan de la angustia de, y sin faltarle el respeto a nadie, de no poder jugar al golf. Angustioso es lidiar todos los días con esta enfermedad, angustioso es cambiarse 46 veces el uniforme para atender pacientes, angustioso es ver que no alcanzan las camas, que se te muera un familiar, es una angustia  que no es de un momento, es para toda la vida. No te lo olvidas más.

Tratemos de hablar con la verdad. Les pregunto en qué cabeza cabe de que a nosotros nos gusta, que lo disfrutamos. Es la única forma, y ahora se ha encontrado el remedio, así que es por un tiempo más, pero hay que hacer los esfuerzos que hay que hacer. Es salvar vidas. No sé cuánto sale una vida, en esto de tener que privarse de cosas. Cuando un médico te dice 'cuidate de tal cosa' decís 'me encantaría', pero te lo está diciendo y es por tu salud y la verdad es que no hay un solo epidemiólogo prestigioso que diga que hay otra forma de cuidarse de esto por ahora.

Tengo una cosa que creo que es importante, la mencionó también el Presidente. Hablamos de tanto 'la cuarentena eterna'. Traje unos números objetivos. Es muy difícil medir la movilidad, si hay cuarentena, no hay cuarentena.

Hay una medida que se usa mucho, que la hace la empresa de los celulares de Google. Es una medida objetiva y la hace  para todos los países. Pongan Movilidad Google.  Mide por ejemplo la movilidad en el trabajo, sin meterse en la intimidad, pero como conoce la ubicación de todos los celulares, estima cuánta gente está en su trabajo y cuánta no y lo comparan con momentos previos a la cuarentena y es un índice de movilidad.

Argentina está hoy 25% abajo. Bolivia 45% abajo menor movilidad; Chile, 44%, Colombia 44%, Francia 46%, Alemania 34%, India 36% abajo, Israel 31%, México, 36% abajo, España, 39% abajo, Inglaterra, 48% abajo y Argentina 25%. Aquí lo hemos administrado, acá se ha flexibilizado, en la Provincia funcionan las industrias, funciona buena parte del  comercio, aquel de zona barriales, es decir: ¿Cuál es la cuarentena eterna? Este es un estudio que hizo Martín Barrionuevo, está disponible en la red, es un promedio de la última semana.

Se ve en la evolución que hubo cuatro semanas en marzo donde este número, que hoy es 25%, fue 72% menos. Ahí sí hubo una cuarentena estricta y efectivamente eso inmoviliza al virus porque inmoviliza a la gente. 

Es así como está pasando en los países donde vuelve a subir. Así que si quieren discutir, discutamos con los números y la realidad. La única forma de parar los contagios es bajar la movilidad. Hoy no tenemos un desborde del sistema sanitario pero sabemos que está creciendo, que están creciendo los contagios y sabemos que es un peligro con el que nos enfrentamos. 

También nos cambió la vida. Hoy la esperanza no es solo una palabra, es una vacuna que va a llegar en unos meses y esto como pesadilla va a haber terminado. Es el último esfuerzo que hoy sí podemos pedirles. Por eso hablamos de una cuarentena intermitente, si empiezan a llenarse las camas nadie va a querer ver que alguien se quede sin respirador y si alguien quiere verlo que lo diga y que se haga responsable.

La única forma de parar el virus hasta la vacuna es evitar los contactos, evitar las actividades que implican los contagios. Vamos a seguir monitoreando, nos hemos comprometido, la ocupación de las camas, la velocidad en que se van llenando, la velocidad de los contagios.

Mientras tanto les pido, además de agradecer a todos, lo hemos hecho en la Provincia con un esfuerzo enorme, con los protocolos de los comerciantes, los profesionales, la industria, los trabajadores de seguridad, de la salud, de la educación, un esfuerzo enorme. Lo que les pido es que sigan cumpliendo, que sigan con paciencia, sabiendo que tenemos que dejar cosas de lado porque sino, nos contagiamos y algunos se mueren. Esas son las palabras, ¿no les gustan? son esas las palabras, es lo único que se sabe de esta enfermedad y lo que se ha visto.

Mientras tanto, le pido por favor, les agradezco y pido por favor que se sigan cuidando, que sigan con los cuidados personales, que sigan con esa responsabilidad que mostraron. El pueblo de la Provincia está dando un ejemplo. 

Cuando termine esto, vamos a dedicarnos a lo que vinimos, a poner a Argentina de pie, a que vuelva la producción, que vuelva el trabajo y lo vamos a hacer con toda nuestra energía.

 Muchísimas gracias. 

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