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30 de agosto de 2018

Seguridad eléctrica: 7 consejos para un hogar sin riesgos

Cada vez más edificios cuentan exclusivamente con instalación eléctrica para calefacción y uso en la cocina, una tendencia que podría incrementar la ocurrencia de incendios por causas eléctricas (actualmente son el 34% de los casos) si no se realizan instalaciones seguras y adecuadas con profesionales capacitados.

En la Argentina, la electricidad es la principal fuente de energía que se utiliza en los espacios públicos y hogares. Cada vez son más las construcciones nuevas que realizan instalaciones completamente eléctricas, incluso para la calefacción y cocina con hornos y anafes eléctricos. Esto se explica porque la electricidad es la forma de energía que brinda una mejor calidad de vida de una manera sencilla, autogestionable y económica: el costo de la instalación eléctrica de una vivienda, en promedio, no supera el 2% del costo total del inmueble.
En los últimos tiempos, la atención estuvo puesta en cómo generar ahorro energético descuidando en muchas oportunidades los riesgos que implica cuando las instalaciones, los materiales empleados en su ejecución y los aparatos que se conectan a ella no son seguros o los adecuados. Según las estadísticas de la Superintendencia de Bomberos de la PFA, solamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, durante el período 2000-2010, el 34% de los incendios (se calcula que ocurrieron 4000 por año) fueron de origen eléctrico, siendo ésta la causa de mayor incidencia en estos siniestros.
Además, encuestas realizadas por APSE, la Asociación para Promoción de la Seguridad Eléctrica, dan cuenta que el 70 % de las instalaciones en viviendas poseen al menos un criterio de seguridad insatisfecho, que puede poner en riesgo la vida de sus ocupantes. Por ello, es importante contar con una instalación segura ya que en la mayoría de los casos, las fallas no dan señales anticipatorias del siniestro mayor.
En ese sentido, la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL), plantea cuáles son las protecciones básicas con las que debe contar una instalación eléctrica segura para cuidar a las personas, animales y los inmuebles que habitan, frente a fallas de la instalación o aparatos conectados que pueden provocar incendios y electrocuciones.
1. Recurrir a personal especializado. A la hora de realizar la instalación eléctrica o reparaciones  es importante recurrir a los servicios de un electricista competente y capacitado para las tareas. En muchas oportunidades, solicitar ayuda a personas que tienen algunos conocimientos, o incluso hacerlo uno mismo, puede conllevar riesgos como quemaduras o errores que deriven en incendios y electrocuciones.

2. Obtener protección contra contactos directos: Toda la instalación eléctrica debe contar con un adecuado sistema de canalizaciones, cajas, tableros, tapas, contratapas, etc., a fin de brindar protección mecánica de la instalación y evitar el contacto directo. Un tablero seccional es un elemento de protección de primera instancia cuando nos vemos obligados a “cortar la corriente”, por lo que debe contar con fácil acceso para su rápida manipulación.

3. Garantizar protección contra contactos indirectos. Puede ocurrir una falla interna que electrifique una masa metálica al alcance de cualquier persona, por ejemplo, cuando un conductor activo dentro de un aparato o instalación se pone en contacto con la carcasa metálica de dicho aparato o el caño. El caso más frecuente son las fallas en heladeras, lavarropas y otros aparatos que poseen carcaza metálica. Si una persona toca esa masa electrificada la corriente atraviesa el cuerpo provocando un choque eléctrico involuntario, que puede ser fatal. Por ello suele hacerse hincapié en que este tipo de artefactos deben ser manipulados usando calzado aislante, para prevenir electrocuciones por contacto indirecto (aún cuando la instalación eléctrica posea elementos de protección para cubrir estas contingencias)
Los elementos de protección para cubrir estas contingencias son:
•    Una instalación de puesta a tierra  que desde la toma de tierra (jabalina enterrada en el suelo) recorra toda la instalación conectando todas las masas metálicas a ella y la tercera pata de todos los tomacorrientes.
En ese sentido, es necesario asegurar que todos los tomacorrientes de la casa sean aptos para enchufes de tres patas, ya que la tercera es la de puesta a tierra y será la que actuará cortando la corriente ante una falla. Por lo tanto, no se recomienda el uso de adaptadores que anulen la esta pata patita a tierra, por ejemplo, para pasar a enchufes de dos patas.
•    Los interruptores diferenciales, en combinación con la tercera pata del enchufe, desconectan la electricidad cuando se electrifican los artefactos por una falla, protegiendo así a la persona que se acerque de sufrir una descarga eléctrica a través de su cuerpo.
4. Instalar protección contra cortocircuitos: Por lo general, ocurre cuando se produce una falla interna en un aparato por la que el conductor activo y el conductor de neutro se unen, y se establece una corriente muy alta que genera calor y provoca llamas, que se expanden al entrar en contacto con materiales propagantes, destruyendo las instalaciones en pocos segundos.
Los interruptores termomagnéticos tienen la función de cortar las corrientes de cortocircuito antes de que estas provoquen un incendio. La elección de los interruptores termomagnéticos y diferenciales así como la ejecución de todas las instalaciones debe estar realizada y mantenida por un electricista registrado o matriculado que garantice que todos los productos utilizados están certificados y correctamente elegidos. Esta cuestión es de suma importancia ya que, por ejemplo, un interruptor termomagnético que no se corresponde con la sección del cable al cual está conectado podría no cumplir su misión de evitar un incendio por cortocircuito.

5. Mantener en condiciones las otras instalaciones: El gas y el agua, es decir, las otras instalaciones que conforman la infraestructura básica de la vivienda, al presentar fallas pueden perjudicar el uso seguro de la electricidad. Por ello, se debe prevenir cualquier tipo de pérdida de agua y realizar un tratamiento especial para garantizar máxima seguridad en aquellos artefactos de agua que funcionan con bombas eléctricas (por ejemplo hidromasajes y duchas eléctricas). En el caso del gas, se debe cuidar que no haya fugas, ya que éste se concentra en las cañerías, cajas con conductores y aparatos eléctricos y la chispa que provoca una llave de luz puede provocar una explosión.

6. Actuar rápidamente cuando se observa un problema. Ante reiterados cortes o “saltos” del diferencial o llave termomagnética, se debe contactar inmediatamente a un instalador para que la revise, ya que es probable que la instalación eléctrica tenga algún problema y nos esté dando aviso.

7. Utilizar productos certificados. El certificado de seguridad es obligatorio en la Argentina y distingue al producto que lo lleva indicando que el Estado Argentino aprobó la comercialización de dicho producto garantizando las condiciones esenciales de seguridad que fijan las normas para que el usuario no corra ningún riesgo durante su uso. Todas las empresas asociadas a CADIEEL comercializan productos para instalaciones eléctricas y luminarias que poseen certificación de seguridad.

 

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