No podemos dejar de mirar a los clubes como la referencia en el momento de sacar a los chicos de las calles y alejarlos de todo lo que ello conlleva, formadores de valores imprescindibles para la vida en sociedad como la solidaridad, el respeto y la tolerancia.

A pesar de encontrar en los inicios del siglo XX la formación de muchas de estas instituciones, fue durante el gobierno del presidente Mauricio Macri que se instaló la constitución de sociedades anónimas deportivas como el horizonte de los mismos, olvidando por completo su rol en una comunidad organizada.

La pandemia del COVID-19 agudizo profundamente la crisis que los clubes de barrio atravesaban, por lo que terminaron transformándose en refugios, comedores o en centros de ollas populares para los vecinos.

Es necesario declararlos de interés público como asociaciones civiles de primer grado para otorgarles una mayor protección de parte del Estado y que consigan obtener beneficios para sobrellevar la crisis agravada por el contexto de pandemia.

Celebramos la decisión de tarifa cero de servicios para las Asociaciones Civiles de interés público, la coondonación de deudas y eximición de pago del impuesto inmobiliario, la simplificación para la constitución jurídica de las asociaciones civiles, y el derecho de inembargabilidad e inejecutabilidad del inmueble de la asociación civil.

Es deber constitutivo de la militancia política acompañar a los clubes, por eso, desde el Movimiento de Restauración Peronista, acompañamos la iniciativa del Frente de Todos bregando para que esta medida sea un paso más de inclusión y desarrollo de una comunidad camino a su realización.